jueves, 31 de mayo de 2007

La campaña 'Desayuna y aprueba' anima a los escolares a desayunar bien para aprobar



Madrid, 30 may (EFE).- La campaña educativa "Desayuna y aprueba... prueba a desayunar" persigue concienciar a padres,profesores y niños de que no dejen de lado el desayuno, la comida"más importante del día" y la que debe aportar los nutrientesnecesarios para un "rendimiento óptimo" en el colegio.


Así lo indicó en rueda de prensa Raquel Bernacer, responsabledel departamento de Nutrición de Unilever, compañía que ha promovidoesta iniciativa nutricional dirigida a 55.000 niños de entre tres ydoce años de 67 colegios españoles y que se desarrollará hasta elpróximo mes de octubre.


Bernacer incidió en la importancia de "concienciar" a lospequeños sobre la importancia de un desayuno equilibrado paramantener "un apropiado rendimiento físico e intelectual en elcolegio".


La catedrática de Nutrición de la Facultad de Farmacia de laUniversidad Complutense de Madrid Ana Requejo dijo que estácomprobado que "la calidad del desayuno afecta al nivel de atenciónde los alumnos a lo largo de la mañana".Si el ayuno se prolonga omitiendo el desayuno, prosiguió, "eldescenso de los niveles de insulina y glucosa origina una fatiga queinterfiere en la función cognitiva del niño"."Si conseguimos crear un hábito alimentario en los niños entrepadres, profesores y especialistas, conseguimos beneficiarles paratoda la vida", alegó.


La pedagoga y profesora de Educación Infantil Marta Rufo serefirió a cómo los niños que no desayunan se encuentran luego en elcolegio "más cansados, con sueño y dificultades para mantener laatención".


Para hacer más atractivo este proyecto, se han preparado doce"divermenús" de desayuno así como diferentes test según la edad delos niños además de unidades didácticas para profesores.Los expertos denuncian que sólo el 7,5% de los niñosespañoles toman un desayuno variado, equilibrado y suficiente,compuesto por lácteos, hidratos de carbono, fruta y un aporte degrasa. EFE

lunes, 28 de mayo de 2007

25 de Mayo: Día de África






El continente africano centra su esperanza de futuro en la Educación






África se despierta cada mañana sabiendo que «hoy no es mi día» (baste el dato de que un niño muere allí cada tres segundos por causas evitables), pero el pasado viernes sí lo fue: el Día de África se celebra el 25 de mayo para conmemorar la creación en 1963 de la Organización para la Unidad Africana, que en 1999 se convirtió en la Unión Africana. Una jornada que combina la protesta por su extrema marginación en el Orden Mundial (el mundo rico sigue siendo rácano en su ayuda al desarrollo, que cayó un 5% en el último año) y una esperanza que, a lomos de la educación, se resiste a apagarse.






«Confiamos en la educación como primer paso en el camino del desarrollo», dijo la organización no gubernamental española Manos Unidas, que constató una doble realidad en ese ámbito. En la cara, que «nueve de cada diez niños acceden a la enseñanza primaria». Y en la cruz, que «sólo seis la finalizarán» (apenas la mitad en condiciones de manejarse bien con letras y números), y que eso se suma a la asignatura pendiente del analfabetismo de 140 millones (85 millones mujeres) de adultos.






La ONG, que en la última década ha invertido más de 69 millones de euros en casi 1.400 proyectos formativos en el continente, sigue empeñada en conseguir ese reto con su campaña 'Sabes leer, ellos no. Podemos cambiarlo'.






Otro desafío clave es la salud, cuya deficiente atención es, junto a problemas de fondo como el pésimo acceso al agua potable y a los servicios de saneamiento, la gran responsable de la sangría humana que diezma el continente, sobre todo al sur del Sahara.






Otra ONG española, Save the Children, apunta dos datos que provocan sonrojo. Uno, que «800 niños mueren cada día en el África subsahariana por no poder pagar los costes de la sanidad pública», que no es gratuita. Y el otro, que hacer que lo fuera «costaría 1.500 millones de euros por año, cifra similar al gasto militar de Estados Unidos en Irak durante once días». El beneficio de tal gratuidad sería que se salvarían al año 285.000 vidas infantiles.






La ecuación no plantea dudas, añade la organización no gubernamental. Cuando se introdujo el pago de la atención sanitaria, el acceso a los servicios de salud bajó en promedio un 40%. Cuando se invierte esa tendencia y se garantiza la asistencia gratuita, como ha hecho el Gobierno de Uganda al aumentar del 32% al 54% su financiación del sistema sanitario, «mejora el nivel de salud» de la población. Eso cuesta poco si se compara con los ingentes gastos militares que se han perpetuado pese al final de la guerra fría.






Y lo mismo pasa con esa gran herramienta preventiva que son las vacunas: la del sarampión sólo vale 30 céntimos de euro, pero no llega a quienes la necesitan, y la enfermedad sigue matando a casi un millón de niños africanos.






Ayuda fantasma






El problema es que muchas veces la ayuda al desarrollo del mundo rico pierde eficacia al convertirse en lo que Action Aid International (la organización a la que pertenece la española Ayuda en Acción) llama la «ayuda fantasma», que supone la mitad de la cooperación total y suele estar maleada por intereses comerciales del país donante.






Más allá de la corrupción en los países receptores -un hecho incontestable del que se benefician sobre todo las clases dirigentes, tanto políticas como económicas, a veces con la complacencia o ante la vista gorda de Gobiernos «aliados»--, la ONG alerta contra la torpeza de una estrategia de cooperación que sobrevalora su costosa asistencia técnica (se lleva el 25% de los fondos donados) y que impone «soluciones del Norte» apoyadas en especialistas extranjeros y en recetas de alta tecnología que con demasiada frecuencia se demuestran inaplicables o ineficaces sobre el terreno.






Otro dato vergonzante: cada uno de esos expertos extranjeros cuesta diariamente tanto como el ingreso per cápita anual en los países más pobres.






Pero la actualidad africana apenas se asoma, salvo hambruna o catástrofe, a los medios del mundo rico. Las «pequeñas cosas» (5.000 maestros y 12,000 funcionarios de Zimbabue, cuyo salario ha «vuelto» a 1965 por la hiperinflación, que se van al empleo doméstico o incluso a la prostitución) se pierden en el torrente informativo de los grandes escenarios internacionales.






Y hasta en los «lugares secundarios» que lograron colarse en las noticias pintan bastos. Según una encuesta de Reuters AlertNet, las ONGs que trabajan en Darfur (Sudán) admiten su autocensura para poder seguir ayudando a las víctimas del conflicto que ya ha provocado 200.000 muertos y 2,5 millones de refugiados: no pueden hablar de la situación humanitaria (65%), ni de quién los ataca a ellos y a los civiles (78%), ni de las numerosas violaciones en las campañas de terror de las milicias Janjaweed (70%). Pero África también existe. Aunque le cuesta tener «su día».






Cifras para pensar:



* El último informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señala que de los últimos 50 países con el Índice de Desarrollo más bajo, 40 son africanos.
* Cerca de 936 millones de personas viven en África, de ellas, 315 millones lo hacen en la pobreza a pesar de las enormes riquezas del continente.
* 460 millones tienen dificultades para alimentarse, 50 millones pasan hambre crónica.
* 300 millones, en su mayoría habitantes de zonas rurales, no tienen acceso al agua potable, 313 millones, carecen de servicios básicos de saneamiento.
* Más de 200.000 niños son utilizados como soldados, esclavos domésticos o dedicados a la prostitución.
* Más de 78 millones de niños están sin escolarizar, la mayor parte, son niñas.
* En África subsahariana hay 28 millones y medio de infectados por el VIH, de los que el 60 por ciento son mujeres.
* Solo en dos conflictos: Sudán - Darfur y República Democrática del Congo, se han producido de una u otra manera, 7 millones de víctimas.



Y todo esto en el llamado continente de la esperanza dada la juventud de sus habitantes. Un continente con enormes riquezas naturales, cuya historia, cultura, leyendas y enormes posibilidades turísticas lo convierten en una fuente de recursos.



Fuentes: CICR/Manos Unidas

sábado, 19 de mayo de 2007

Casi un millón de niños se levantan cansados porque ven la televisión


El pediatra especialista en sueño infantil Gonzalo Pin aseguró ayer que el 20% de los niños de entre seis y trece años se levanta cansado cada mañana, y ligó esta circunstancia a que 700.000 niños españoles ven la televisión hasta las doce de la noche, y 150.000 lo siguen haciendo a partir de esa hora.Pin participó en la III Reunión Anual de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, en la que impartirá el seminario 'Alteraciones del Sueño: herramientas diagnósticas y terapéuticas'.


Explicó que el 25% de los niños sufren durante su etapa de desarrollo algún problema de sueño. En concreto, indicó que uno de cada cinco menores de entre seis y trece años se levanta cansado. Según aseguró, existe «una clara coexistencia entre somnolencia excesiva diurna y dormirse mientras ven la televisión», ya que casi 700.000 niños ven la televisión diariamente hasta las doce de la noche y más de 150.000 a partir de esa hora.


Además, añadió que tres de cada diez niños españoles tienen televisión en su dormitorio y que, los que cuentan con ordenadores o teléfonos móviles, reciben cuatro mensajes cada noche, el último a las tres de la madrugada.


Hay que dormir


Alertó de la necesidad de «no transmitir a los niños y adolescentes que dormir es perder el tiempo» y explicó que en algunos países se ha conseguido reducir el fracaso escolar retrasando la hora de entrar en la escuela.


Por su parte, la doctora Carmen Pallás, especialista en discapacidad en el menor, demandó un mejor diseño del servicios de atención a niños con parálisis cerebral y dijo que no existe ningún registro que recoja el número de casos. El único es el que se ha realizado en la zona del hospital Doce de Octubre de Madrid, con una incidencia de 1,9 casos por cada mil menores, la habitual en los países desarrollados. Pallás defendió que un registro estatal podría ayudar a obtener una información de calidad sobre el grado de afectación de estos niños.


EFE

domingo, 6 de mayo de 2007

España, lejos de los objetivos del milenio, lejos de una educación universal

España es uno de los países desarrollados que menos esfuerzo hace en ayuda a la educación para los países pobres, según datos publicados el día 1 de mayo por la plataforma internacional de organizaciones no gubernamentales y asociaciones de profesores «Campaña Global para la Educación».
Esta asociación elaboró unas cartillas de notas en las que evalúa las aportaciones financieras a la ayuda al desarrollo para educación de los países de la UE-15, Noruega, Canadá, Nueva Zelanda, Suiza, Japón, Australia y Estados Unidos.
España ocupa, con 35 puntos sobre cien, el decimosexto puesto en la lista de 22 países que fueron evaluados y sólo precede a Japón (32 puntos). A continuación, Australia (27), Italia (26), Estados Unidos (26), Grecia (21) y Austria (20). A la cabeza de la lista se encuentran Holanda (85 puntos), Noruega (85), Dinamarca (82), Reino Unido (81) y Luxemburgo (80).
Objetivo 2015
Los países fueron evaluados en función del grado de acercamiento al objetivo de destinar, en 2015, el 0,7% por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) a la ayuda oficial al desarrollo, la parte que destinan para lograr un acceso universal a la educación primaria y el compromiso de dar más fondos a aquellos países que presentan planes sólidos para lograr la educación básica universal.
España destinó, en 2006, un 0,32% de su PIB a ayuda oficial al desarrollo, por lo que recibió 9 puntos sobre 20. En 2005, y por falta de datos de 2006, dedicó 33 millones de dólares para lograr un acceso universal a la educación primaria, cifra que está muy por debajo de los 308 millones de dólares que debería dar dado su peso económico en el conjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), por lo que sólo le rinde un 7 sobre 20.
España destinó, en 2006, un 0,32% de su PIB a ayuda oficial al desarrollo, por lo que recibió 9 puntos sobre 20. En 2005, y por falta de datos de 2006, dedicó 33 millones de dólares para lograr un acceso universal a la educación primaria, cifra que está muy por debajo de los 308 millones de dólares que debería dar dado su peso económico en el conjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), por lo que sólo le rinde un 7 sobre 20.
Por el porcentaje de ayuda a la educación de alta calidad, España recogió 13 puntos sobre 20.

miércoles, 2 de mayo de 2007

Mas de la mitad de los niños entre 10 y 14 años tiene móvil

  • El 57,7% de los niños de entre 10 y 14 años tiene teléfono móvil según datos del INE.
  • Sólo 2 de cada 100 jóvenes de entre 16 y 24 años no tiene teléfono móvil.
  • Los expertos no se ponen de acuerdo entre si los móviles para niños son adecuados o no.
Hace un año que en España hay más líneas de telefonía móvil que habitantes (47,5 millones de líneas frente a 44,7 millones de personas).

No obstante, el último estudio del Instituto Nacional de Estadística ha revelado que el número de personas que utiliza el móvil de forma cotidiana se reduce a un 83,3% de la población.

Esta diferencia entre los datos del INE y los facilitados por las operadoras se debe a que el INE sólo toma como muestra a la población comprendida entre los 16 y los 74 años. También a que hay líneas duplicadas e inactivas que los operadores cuentan, pero que el INE no.

Quedan por tanto fuera los niños, un rango en el que cada vez abundan más los teléfono móviles. De hecho, se calcula que un 57,7% de los niños de entre 10 y 14 años tiene teléfono móvil.

Según los datos del INE, los jóvenes de entre 16 y 24 años son los que hacen más uso del teléfono móvil. Sólo 2 de cada 100 personas comprendidas en esa franja de edad no tiene teléfono móvil, según recoge el periódico Cinco Días.

Móviles para niños, un negocio floreciente

Los móviles para niños se han constituido en un nuevo negocio por explotar para las operadoras.
Tanto Movistar como Vodafone se han decidido a lanzar unos terminales propios de aspecto infantil. Movistar fue el primero en hacerlo en un acuerdo con Imaginarium. Vodafone se unió a esta iniciativa poco después lanzando modelos con acuerdos con Disney.

Aunque buena parte de los padres consideran favorable que su hijo tenga móvil, Cristina Ramírez, profesora del departamento de psicología evolutiva de la Universidad de Barcelona, opina todo lo contrario. Considera que este tipo de terminales "introduce a los niños en la cultura del consumismo", produciendo "niños hiperregalados".

Mientras que los motivos principales por los que los padres deciden dar un teléfono móvil a sus hijos son los relacionados con la tranquilidad y la seguridad, destacando el hecho de que los hijos puedan llamar cuando lo necesiten y que ellos puedan saber siempre donde se encuentran, Ramírez piensa que los niños necesitan más la compañía de sus padres y menos comunicarse con ellos a través de un teléfono móvil.

Estos nuevos modelos de 'teléfonos para niños' han sido diseñados pensando en menores a partir de 6 años. Ramírez, pese a que considera que no hay una edad concreta para regalar a los niños un teléfono móvil, sí habla de un momento definido que no comienza en los 6 años.

Si bien asume que hay un momento de mayor independencia por parte de los menores en el que pueden necesitar estar en contacto con sus padres a través de un teléfono móvil, cree que regalar un teléfono en esas edades sólo responde al "afán consumista de los padres".

El hecho es que ver a niños equipados con un teléfono móvil es ya una realidad. Según la ONG Protégeles.com, los menores heredan los móviles viejos de sus padres.

De hecho, el 78% de los menores con móvil ha tenido más de uno. Los fabricantes de los teléfonos móviles para niños creen que regalar a un niño un teléfono móvil de adulto puede ser peligroso, ya que cuenta con posibilidades y contenidos inadecuados para ellos.